Autoconfianza y la metáfora de la batería
La confianza es una de las variables psicológicas que más se mencionan en el ámbito deportivo. Son muchos los deportistas que hacen referencia a la confianza como algo imprescindible a la hora de competir e incluso utilizan esta variable para explicar su éxito o fracaso en las competiciones. Pero veamos un poquito en profundidad qué es la confianza.
La autoconfianza es la percepción que tiene la persona de sus propias capacidades para enfrentarse a una determinada tarea y si considera que el resultado será positivo y beneficioso.
Dentro de la autoconfianza tenemos dos teorías que nos ayudarán a diferenciar entre dos conceptos: autoeficacia y confianza deportiva:
- Teoría de la autoeficacia de Bandura: creencia de que uno puede dominar una situación y producir resultados positivos (Bandura, 2000). Hace referencia a la creencia "yo puedo". En ocasiones, algunos atletas utilizan pensamientos positivos con este mensaje pero dicen no estar del todo convencidos. Esto puede deberse a que no es una creencia que sientan como verdadera y podríamos decir que no se sienten del todo capaces.
- Modelo de la confianza deportiva de Vealey: la creencia o grado de certeza que los individuos poseean sobre sus habilidades de obtener éxito en el deporte. Esto a su vez se divide en dos constructos: rasgo (que se posee) o estado (que se posee en un momento determinado).
Podemos decir que la autoconfianza es una variables que influye en tu rendimiento y tu bienestar y que, como las otras variables, se puede entrenar. Por eso en beOn! te ayudamos a que reflexiones sobre algunas cuestiones que están muy relacionadas con tu autoconfianza. ¡Vamos a ello!
Primero elabora un listado con tus PUNTOS FUERTES y TUS PUNTOS A MEJORAR.
Para entrenar tu autoconfianza, lo primero es conocer tus puntos fuertes y tus puntos a mejorar. Los primeros son muy importantes y sirven para dar valor a lo que ya haces bien y a tus propias cualidades como deportista. Los segundos, hacen referencia a aspectos que puedes mejorar y que se convertirán en tus objetivos de tarea (los del día a día). Estos últimos a veces son limitaciones que por mucho que trabajemos no podremos cambiar o mejorar, por lo que tocará aceptarlas. Por ejemplo, si una de mis características es que mido 1,55 y me gustaría ser más alta, esto es algo que no depende de mi, y por mucho que yo me esfuerce no será un punto a mejorar sino una limitación. Eso si, podré utilizar otras cualidades que posea para de alguna manera compensar mi altura como por ejemplo mi agilidad.
Autoconfianza y la metáfora de la batería de móvil
Utilizaremos una batería de móvil para simbolizar la confianza. En ocasiones, la batería se carga y se recarga en función de las experiencias que vamos viviendo (entrenamientos, competiciones...). Si tienes una semana donde la mayor parte de los entrenamientos te han salido bien, te has sentido capaz de hacer frente a las demandas de tu entrenador y has conseguido desarrollar los trabajos con el suficiente éxito, ¿qué crees que pasará con la batería de tu confianza? Posiblemente, esta aumente algún que otro punto. En cambio, si enlazas varias competiciones que no han salido muy allá, es posible que la batería de la autoconfianza se descargue. Otro motivo que puede hacer que tu batería se cargue o descargue son las expectativas de tu entrenador, sus comentarios (de refuerzo o no)... pero esto es algo en lo que no nos centraremos pues no depende de ti, eso sí, cuando tu entrenador/a te haga algún refuerzo, te mande algún mensaje positivo o de ánimo, ¡no olvides cogerlo!.
Al igual que la batería del móvil, que a veces creemos que poniéndola a cargar 10 minutos se cargará a tope, y no, esta batería resulta que acaba siendo “falsa” y se gasta más rápido de lo normal, tenemos que tener paciencia a la hora de la recarga de batería de la autoconfianza.
Sumar buenos entrenos, cosas que hayas hecho bien en las competiciones aunque no salgan como esperas, buenas competiciones, que tu entrenador te refuerce alguna acción, en definitiva, cosas que estás mejorando y haciendo bien, irán cargando la batería poco a poco, pero requiere de tiempo y esfuerzo. Es importante que vayas acumulando certezas que te hagan ver que eres capaz de hacer las cosas, que puedes afrontar los retos que los entrenamientos y la competición te demandan.
Que esta batería suba o baje depende de las experiencias pero también del análisis que hagamos de lo que pasa. El análisis tiene que ser lo suficientemente objetivo.
Para que no baje la batería de golpe ten en cuenta después de un entrenamiento o una competición:
Hacer un análisis "en caliente" no suele ser buena idea, te puedes dejar llevar por tus emociones. Primero regula lo que sientes y cuando estés más tranquilo... Analiza qué ha pasado.
Centra tu atención en las cosas que has hecho bien, ¿qué sacas de ese entrenamiento / competición?
Un análisis objetivo no puede basarse sólo y exclusivamente en el resultado, puesto que es algo que no depende al 100% de ti mismo.
Mira lo que sí has hecho tú independientemente del resultado y plantéate, ¿qué has aprendido para la próxima competición?
Es normal sentir frustración después de una experiencia no deseada, apóyate en compañeros de equipo, entrenadores…
Escucha lo que te dice la gente de fuera, si ellos te dicen una cosa y tú ves otra… ¿puede que te estés dejando llevar por tus emociones?
Y sobre todo cuida cómo te hablas, no hay mayor enemigo que uno mismo. Si no dejarías que una persona externa te dijera ciertas cosas ("eres un desastre", "no te sale nada bien", "no vales para nada")... ¿por qué te lo dices a ti mismo? El autodiálogo es clave para gestionar esas cargas y descargas de autoconfianza.
Es tu turno, tú decides si quieres que tu confianza se debilite rápidamente con cualquier experiencia negativa o si por el contrario quieres cuidar lo que te dices, cuidar el análisis que haces de lo que vives, y cuidar dónde pones la atención, si en lo malo o en lo que sí has hecho bien de una experiencia.